Hola!
Te invito a conocer
un poco más de mi

Soy Natalia Berrio Osorio, enfermera de profesión y consejera en lactancia de corazón. Al igual que toda madre, la maternidad trasformó mi vida haciéndola más especial; de eso se encargaron mis hijos Juan Sebastián y Simón; y sin duda mi esposo Julio César, a quienes les doy gracias por darme la oportunidad de vivir esta maravillosa experiencia.

Hoy día reparto el tiempo entre mis funciones como profesional, madre y esposa, dando a cada espacio un lugar especial en mi vida, sin olvidarme de esa mujer con sueños y metas personales, que siempre he sido.

Una vocación que viene desde pequeña

Desde los 8 años de vida amaba el color blanco de los uniformes, soñaba con ser enfermera, pero todo simplemente era parte de un juego de niñas, hasta que cierto día me enteré de que las enfermeras estaban presentes en los partos, así que le dije a mi mamá, con la determinación de aquellos días: “¡Quiero ser enfermera de bebés!”.
Pasaron los años y ese gran sueño comenzó a hacerse realidad cuando empecé a estudiar enfermería en la Universidad de Antioquia; sin embargo fue solo hasta que inicié mis prácticas académicas donde me enamoré del área de maternidad al presenciar ese privilegiado acto de amor que tenemos las madres de dar a luz, recurriendo a todas las fuerzas de nuestro cuerpo y nuestra alma.

Una trayectoria guiada por el amor a lo que se hace

Hace 15 años empecé el camino profesional por diferentes áreas. Mi primer paso fue en promoción y prevención, donde estuve en contacto con madres gestantes en control prenatal y niños en control de crecimiento y desarrollo. Mi siguiente paso me llevó hacia el servicio de cuidados intensivos de adultos, ¡vaya cambio! Allí pasé varios años cultivando mi mayor experiencia clínica asistencial

Fue entonces cuando me especialicé en el área administrativa. Estando en la Unidad de Cuidados Intensivos emprendí una nueva etapa en mi profesión, ya no como cuidadora, sino como coordinadora de servicios hospitalarios, ¡qué experiencia! Aprendí demasiado.

La balanza del amor se equilibra. ¡Nace una nueva familia!

Cuando pensaba que mi otro gran sueño, (el de ser mamá), iba a quedar postergado al estar ejerciendo un exigente rol laboral en un área clínica, llega a mi vida quien es ahora mi esposo. ¡Sí, me casé con un médico, después de decir una y mil veces: “médicos ni en las curvas!”

Julio César ha sido de lo más grande en mi vida, ¡Es todo un partidazo! Juntos planeamos tener a nuestro primer hijo Juan Sebastián, quien al nacer me hizo confirmar que existe el amor a primera vista.

Aunque somos una familia de profesionales de la salud, nos enfrentamos a las mismas dudas y problemas de todos los padres primerizos.

En la experiencia de lactancia viví muchas dificultades y temores: pezones agrietados, mal agarre, temer que mi leche fuera insuficiente, tristeza de no poder hacer un gran banco de leche para el momento de volver a trabajar, conductos obstruidos, recurrir a la fórmula, en fin…. ¡Lo que me había imaginado en la clase de maternidad cuando estudiaba mi pregrado, no existía!

La lactancia… cuando se quiere, se puede.

En medio de las dificultades que estaba viviendo al amamantar a mi bebé, pensé en que un proceso tan hermoso donde se genera esa conexión especial llamada vínculo afectivo, no podía ser imposible de lograr de una manera placentera, así que busqué ayuda y encontré apoyo, aunque sin la cercanía que quería. Este hecho me impulsó a investigar y aprender de las experiencias de otras madres, hasta lograr por fin disfrutar de amamantar a Juan Sebastián durante 18 meses; tiempo que al final terminó pareciéndome poco, al sentir por fin el placer de aportar al fortalecimiento nutricional y emocional de la vida de mi hijo, tal y como está concebido por nuestro cuerpo naturalmente. Ahora empoderada del tema, espero hacerlo con Simón de la manera más exitosa. 

Cuenta conmigo como enfermera
y madre.

Después de vivir en carne propia los problemas que nos alejan a las madres del gran privilegio natural de amamantar a nuestros hijos, decidí emprender una lucha para que en toda familia se cumpla el derecho humano de la lactancia materna y así ayudar a que cada vez más personas se beneficien con sus enormes bondades, siempre bajo ese trato cercano y acogedor que tanto necesité en mi momento, y que estoy segura que valorará toda madre en apuros junto a su familia.

Es así como ahora desde el campo de la docencia y como asesora en lactancia, apoyo de manera profesional y como madre a muchas familias para que logren empoderarse sobre la lactancia materna, con el fin de ayudarlas a comprender y encaminar sus emociones, las de las madres y sus bebés, buscando que se conecten con el proceso de vínculo afectivo.

Cuenta conmigo para apoyarte
en tu embarazo y el proceso de lactancia.

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