No siempre el inicio de la lactancia es fácil

Hoy los protagonistas de esta historia de lactancia son Jerónimo y sus
padres, Diana y Andrés (ambos profesionales de la salud). Esta historia en especial la escribo yo, por petición y autorización de la madre quien a través de ella desea dar ánimo y una voz de aliento a todas esas mujeres que desean amamantar y que tal vez no han tenido el mejor de lo inicios, pero con perseverancia y amor, se puede lograr.

La llamada

Recuerdo muy bien la primera vez que hablé con Diana, era un domingo en la mañana, me contactó por recomendación de la Dra. Juana Orrego (ginecóloga), a través del teléfono pude detectar un tono de voz que apenas dejaba entender lo angustiada y preocupada que estaba por su lactancia, pues su bebé de 20 días, no se alimentaba directamente del pecho, su alimentación siempre había sido lactancia materna exclusiva a través de pezonera, pezonera con sonda, chupo y biberón. El bebé  estaba en terapias por que “no succionaba bien”, además había estado 9 días en UCI alimentándose solo con biberón; Varios factores de riesgo para que este pequeñín tuviera rechazo al pecho y ella como muchas madres quisiera tener una lactancia sin interferencias. 

De entrada para mi era un reto profesional, la mamá me dijo: quiero darme una última oportunidad, por que estoy que tiro la toalla!, ambos padres con real convicción de lo que querían hacer, ya habían hecho el intento con otros resultados positivos mediante dos asesorías de lactancia previas, pero lograr que su bebé se pegara directamente al pecho como es natural, no se había logrado. 

Nuestro encuentro

Mi cita más próxima era para el día miércoles, así que en ese primer encuentro, luego de felicitar a Diana, por querer darse esta nueva oportunidad y por que a pesar de sus inconvenientes, su hijo nunca había recibido leche de fórmula. Recuerdo entonces cuando le dije, vamos a pegar el bebé al pecho, su cara se transformó, la angustia y sus exclamaciones en contra,  no se hicieron esperar. NO!! es que el no se pega, es que el llora y se desespera, es que se pone muy irritable ..no era para menos, eso era lo que había vivido en su lactancia. Traté de darle seguridad y confianza,  era necesario hacerlo para poder determinar, cuál sería  nuestro objetivo y como lo íbamos a lograr.

Sorpresa! El bebé se pegó al pecho.. lo hizo  por unos cortos minutos, pero fueron suficientes para observar dos cosas muy importantes, absolutamente necesarias para lograr la meta: 1. una mamá totalmente enamorada y vinculada efectivamente con su bebé y 2. Un bebé disfrutando del contacto directo de su mamá…succionando y deglutiendo, esas gotas de amor tibio.  Aquí había mucho por hacer, fácil o difícil, la verdad no me preocupaba, pero ambas, con el apoyo incondicional del papá,  nos embarcamos en el camino de hacer que Jero después de 20 días  prefiríera su pecho sin nada de elementos adicionales. Ese día vimos, como ofrecer su leche extraída mediante una sonda pegada a su pecho, también vimos métodos como la cuchara , el vasito y dedo jeringa ..todo un abanico de posibilidades diferentes al biberón. La idea era lograr que el bebé se pegara al pecho, así que eliminamos el método que más barreras podría causar para lograr ese objetivo.  La succión de Jerónimo, era más que perfecta, incluso dudamos de ese diagnóstico que había tenido previamente.  

LLegan las dudas

Al segundo día… la primera llamada que recibí fue de Diana, habían pasado una noche difícil, bebé intranquilo, no quería succionar el pecho, no quería sonda, mamá refiriendo que los otros métodos eran difíciles.. papá dijo que si esto sería así. Lo mejor era dar fórmula. 
Yo los entendí perfectamente y el apoyo emocional e incondicional sin límite, fué clave para sobrellevar ese primer día de angustia..yo internamente me preguntaba, ¿será que si lo logramos?.

Luego de esa llamada, le propuse a la mamá contactarla con otra madre que había pasado por una situación similar , Adriana, a quien acompañé meses atrás y tuvimos, luego de un mes, un caso muy exitoso. Ella fué también clave en este proceso y le agradezco infinitamente haber abierto su corazón para contar su experiencia y ayudarme a empoderar a Diana, que estaba totalmente segura de lo que quería hacer pero, flaqueaba en algunos momentos pensando que posiblemente que no lo lograríamos.

Nuevos intentos

Diana y su bebé, tuvieron varios días de intentos, cada vez más positivos de tomar su pecho, el contacto piel a piel fué lo máximo, apróximadamente a los 5 días  y con frecuente apoyo telefónico, de empoderar y ver lo positivo de la situación volví a verlos , confieso que fuí demasiado feliz !! Jero ya se pegaba completamente del pecho de su mamá, esa cara de ella no se me olvida, pude observar una sesión de unos 15 min de lactancia directa, el bebé plácido…los que amamos la lactancia se podrán imaginar la emoción y la felicidad del momento. Ojos aguados de ambas.

Dediqué parte de esta asesoría a hablar de otras aspectos amigos de la lactancia, crianza con amor, colecho seguro, porteo, los beneficios del piel a piel etc…salí feliz de ver que en tan poco tiempo habíamos recuperado a Jero en el regazo de su mamá, seguimos siempre en  contacto telefónico, recuperando la seguridad y confianza, que mal o bien, se van perdiendo en algunas situaciones. Diana presentó congestión mamaria al iniciar Jerónimo con su succión vigorosa y sus pechos a captar el mensaje de aumentar producción urgente!, pero esto se superó.. los consejos que Juana le dió, fueron ideales para lograrlo.

Fuí una tercera vez, encontré a una pareja con más confianza, tranquilos, dejándose llevar, me encantó ver que sus niveles de angustia iban disminuyendo, el bebé conectado con su mamá al 100%, ajustamos temas del agarre, vimos otros aspectos básicos en esta nueva etapa de la lactancia .. la natural y también, para completar detecté un Síndrome de Raynaud en su pecho izquierdo, pero bueno, ya entre tanto, algo más, sería fácil de manejar (jajaja).

Duró poco la felicidad

La felicidad no fue mucha, (para la mamá), los demás confiabamos en el proceso y sabíamos que se cumplirian las metas. Esa semana,  Jero..tenía control con la pediatra y resulta que no había ganado buen peso respecto al último control, así que obviamente el plan de hacerlo comer del pecho directamente se veía en la cuerda floja, la mamá nuevamente con dudas sobre si eso era lo mejor, preocupada naturalmente por el pobre aumento de peso de su hijo .. Naty y será que si es suficiente? Será que si queda bien ? Será que si va a mejorar el peso? Mil dudas que nos ponían otra vez distantes de la lactancia natural.  Así que, nada de dudas mamá! Vamos adelante!! una y mil veces le repetía lo perfecto de la naturaleza, y su hijo como lo había aceptado, Jero es todo un campeón! . yo hablaba con el papá por momentos y otra vez con la mamá..acompañando a confiar a dejar fluir a esperar. 

Entró otra persona al proceso, una Pediatra Nutrióloga, la Dra.Ana Cristina Gómez, a quien me le quito el sombrero, ella y yo pudimos conversar de nuestra paciente, a la altura que lo hacen dos profesionales de salud que tienen un objetivo claro y reconociendo la ayuda que el otro pueda brindar, un trabajo en equipo indispensable e impecable  en pro de una familia .. vamos a apostarle a la lactancia!! y empezamos complemento con su propia leche materna.  No saben los días que pasaron Diana y Andrés pensando que tal vez Jero no aumentaría de peso.. era ilógico pensarlo ahora, que ya se pegaba al pecho y tenía una agarre perfecto con tomas envidiables. Esos días volvimos al apoyo emocional.. al acompañamiento incondicional.

Después de la tormenta llega la calma
A la semana fué el nuevo control de peso, yo confiaba  plenamente en lo que estábamos haciendo, pero cruzaba los dedos ( pensaba, si no sube ..todo se viene abajo, recordaba las palabra de Diana, le voy a dar una última oportunidad a la lactancia, Dios que nervios.) y bingo!! Aumentó de peso y muy bien, mamá  feliz , papá feliz..bebé  aún más feliz, asesora y nutrióloga desbordando. La nutrióloga y yo siempre en contacto, contentas por ver el avance del niño con la lactancia.. una vez más se confirma  que la lactancia es mucho más que leche. 

Las enseñanzas

En esta historia, más que dificultades con el bebé, que era el motivo de consulta inicial, puedo decir con certeza que el trabajo mayor fué con su madre. Recobrar la confianza y la seguridad en un medio que a veces juzga, crítica y pone la lactancia como algo imposible, puede resultar complejo. Pero definitivamente ese amor de madre, ese sexto sentido, esas ganas de amamantar a su bebé ganaron!!. Ayer precisamente hablamos nuevamente, habían algunas dudas.. pero adivinen! en su último control, corroboraron que Jero está super bien en sus patrones de crecimiento, es un niño más tranquilo y su mamá la mujer más feliz del planeta. Una mamá empoderada que pudo interponer todas sus dudas y entregarse a su objetivo, una mujer sencillamente admirable, superó la UCI, la confusión de succión, las extracciones frecuentes, la congestión mamaria, el Raynaud, las dudas, la inseguridad, ella tenía una meta clara , me dijo que siempre había soñado con amamantar y lo está logrando, el amor todo lo puede.. junto a la perseverancia y el apoyo. Fué básico contar con su esposo, un gran ser, incondicional, que siempre estuvo atento, dispuesto a lo que fuera necesario para que todo funcionara, sus llamadas preocupado por su esposa nunca las olvidaré, su hijo Jero, nos enseñó su fácil adaptación, y su mejor elección sobre todas las cosas es estar pegadito a su mamá. Gracias familia por haberme permitido acompañarlos, aprendí un montón, estaré eternamente agradecida y comprometida aún más con mi labor.

La lactancia puede no ser fácil al inicio .. pero siempre habrán caminos para continuar.

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